Tarot Dorado

Creado por Ciro Marchetti, libro por Barbara Moore, Llewelyn, 2004. Sólo a nivel estético, es decir los dibujos, sus detalles, los colores y la composición, Ciro Marchetti es de lejos el más importante de todos los artistas que están trabajando en el tarot y este mazo fue el precursor de su Tarot of Dreams que reseñamos aquí con su innovador uso de la multimedia.

Marchetti trabajó como publicista y fue pionero en ese campo usando recursos digitales, todo lo cual vino a aplicarlo a esta baraja que algunos llaman “el Rider del siglo XXI”, de manera algo pretenciosa o por lo menos prematura. Hasta este momento el arte digital en las barajas estaba reducido a collages y Marchetti mostró las posibilidades artísticas de las nuevas tecnologías.

Desde la publicación del Tarot Rider Waite en 1910, las barajas han tenido que definirse a partir de ese naipe: o son un clon o se separan de él, pero hasta las que eligen separarse son comparadas por esa negativa.

La editorial Llewelyn le pidió a Marchetti un mazo que se atuviera al sistema Rider pero lo transformara, algo así como “lo mismo pero distinto” y el resultado fueron unas cartas que compilan literatura fantástica y ciencia ficción, con lo cual cubre un amplio espectro de aficionados potenciales. Sin embargo, esa fortaleza es la debilidad de la baraja: a diferencia de otros mazos, fue Marchetti, el dibujante, que desconoce el tarot, quien recibió el encargo y después vino una experta a explicar los naipes, lo que explica la superficialidad de este mazo.

Es una baraja amistosa que se presta para los principiantes y, sin incluir el tema, para muchos especialistas es una dura contendiente a la baraja más bonita (lamentablemente una copia jamás le hará justicia a sus colores y tintas metalizadas).